Porque cada detalle es imprescindible, cada espacio único y cada objeto una obra de arte.
No aspiro a tanto, aunque se que algún día la tendré delante de mi, le buscaré un espacio y será admirada por todo aquel que sienta pasión por lo que le rodea. Porque la luz envuelve un espacio, porque la luz nos da calidez y nos arropa de formas sinuosas. Porque iluminar es un ARTE.
Y como uno no es de piedra.... he aquí otro de los caprichitos del niño. Os las recomiendo, por diseño, estética y funcionalidad. Las lámparas trípode están totalmente de moda, no solo porque nos recuerdan a los focos de los estudios fotográficos, sino porque la ambientación y la luz indirecta que generan es ideal.
Sino sabes con que llenar un espacio, no lo dudes.
Y el niño no ha acertado con el artefactum?
ResponderEliminarlleva nuestro sello, mi firma y el recuerdo de una ciudad maravillosa!